Atrás quedaron los días en los cuales las historias de ciencia ficción se referían a los robots “androides” ( o humanoides) como algo muy lejano, la ingeniería robótica ha dejado de ser un apéndice de la carrera de Ingeniería Electrónica, para convertirse en un nuevo motivo de estudio cuyo único fin es el de mejorar la calidad de vida.
En el ámbito laboral, son muchas las profesiones que (lamentablemente) darán paso a robots para maximizar las ganancias, el tiempo o sencillamente para simplificar procesos industriales. Dicha situación pareciera estar más cerca de lo que se cree de hecho, ya hay un área donde la inteligencia artificial cada vez gana más terreno y es en la salud o los servicios sanitarios.
Si se evalúa de lo simple a lo más complejo, se puede observar que existen en la actualidad cientos de máquinas que te pueden medir la tensión, calcular tu peso corporal o hacerte un chequeo general de tu organismo sin mayores detalles. En cuanto a los aspectos más complejos, el avance de la robótica hoy permite la realización de operaciones a distancia, donde tan solo es necesaria la presencia de un monitor que guíe todo el proceso.
Por supuesto que existen serias contradicciones en cuanto a la realización de dichas labores en manos de un robot. De acuerdo a lo expuesto por diversos científicos de Instituciones Reconocidas a nivel mundial, el hecho que los robots trabajen bajo ciertos patrones establecidos y el cuerpo humano sea tan variante en cuanto a su estructura y los seres humanos, genera cierto escepticismo con respecto a los resultados.
Mientras, cada vez son más los hospitales reconocidos que en algún área específica está incluyendo la inteligencia artificial. Un simple análisis destaca múltiples beneficios por apenas pocos “contras”.
Números confiables
La banca y las aseguradoras son otras profesiones que se sienten amenazadas por la presencia de la inteligencia artificial. En este campo los ingenieros han sido capaces de crear robots con potencialidad para servir de asesores a los corredores de bolsas. ¿El resultado? Análisis más seguros y con menos impactos de riesgos.
Grandes empresas de corretaje ya están contando con esta tecnología Morgan Stanley, Bank of America Corp. y Wells Fargo & Co. por mencionar algunas, ya tienen sus “robotasesores” para potenciar las bondades de los empleados y clientes.
Las aseguradoras también están dentro de las principales industrias a ser sustituidas plenamente por la presencia de la inteligencia artificial. Estas, trabajan con grandes volúmenes de datos lo cual las ha obligado a trabajar con fórmulas para calificar a cada una de las personas que se iban a asegurar.
¿El resultado? Hoy en día es posible automatizar y simplificar cada uno de esos procesos, al mismo tiempo que se obtienen datos certeros de los clientes en las distintas instituciones.
Redacción autómata
El sueño de todo periodista, un aliado tecnológico para simplificar su trabajo, se está convirtiendo en su peor amenaza. La presencia de la inteligencia artificial podría agravar la situación que vive este sector donde un número importante de profesionales ya están fuera del mercado laboral por distintos motivos.
La agencia de noticias Associated Press (AP) dio paso reciente a la automatización, hoy dicha agencia cuenta con una máquina capaz de redactar cerca de cinco mil historias gracias a la ayuda de un software que permite analizar informes trimestrales de ganancias además de jornadas deportivas.
De acuerdo a lo expresado por muchos jefes de redacción, estos “robots” son más callados, producen más y cobran mucho menos que un profesional enamorado de su trabajo.
Otra profesión que se ve amenazada por los avances tecnológicos es el área de la arquitectura. Si una vez la humanidad pasó de portar grandes tubos con planos, a un simple programa que puede ser operado por una tableta, no hay razón para que hoy en día más máquinas sean capaces de diseñar los edificios del futuro.
El campo financiero también se encuentra tambaleándose, no precisamente por la crisis mundial sino por la llegada de nuevos trabajadores que de manera automática, son capaces de resolver un número importante de situaciones.
El establecimiento de algunos algoritmos capaces de analizar impresionantes cantidades de datos sin la ayuda de analistas ha generado temor entre los empleados. Aunado a ello, muchos cajeros de bancos ya están siendo sustituidos por máquinas en las afueras de las entidades financieras con lo cual el proceso se ha ido agilizando.
¿Se puede competir?
Se dice que en los próximos 20 años cerca de 700 profesiones podrían desaparecer, un estudio realizado por la Universidad de Oxford en Inglaterra refiere que los robots podrían desempeñar las funciones del 47% de la Población Económicamente Activa (PEA) lo cual se traduce en un aproximado de 1.600 millones de empleos.
La aparición de esas tecnologías siempre va a generar temores entre los trabajadores de una determinada industria, pero tal como ocurrió cuando aparecieron las primeras máquinas tras la revolución industrial en el siglo XVIII, la humanidad debió cambiar su patrón de trabajo, por aquel que requería saber operar dichas maquinarias.
En la actualidad sucede lo mismo, si bien es cierto que muchos empleos pasarán a ser dominados por las máquinas, se abrirán otras fuentes de empleo para poder operar esas máquinas. Expertos aseguran que el potencial laboral con esa nueva “revolución” es inimaginable.
Para las empresas incorporar nuevas herramientas tecnológicas es sumamente positivo, pues generan grandes niveles de productividad a un costo menor. Sólo requiere de una inversión cuantiosa para hacerse de la referida máquina.
Hay susto
Por supuesto que sentir que se compite con una máquina genera desmotivación a muchos profesionales, sin embargo el neurólogo Ignacio Medrano aporta píldoras de confianza para los seres humanos para que no desmayen en la búsqueda de su potencial laboral.
“El desplazamiento de ocupaciones ha ocurrido desde el establecimiento de la civilización, pero es un reto que se debe enfrentar. Es una situación que se va a acelerar aún más por la propiedad exponencial que tiene la acumulación de conocimiento” señala el especialista.
Por otro lado, el informe elaborado por Oxford y presentado a través del diario “The Economist” indica que cerca de 140 carreras universitarias desaparecerán, pero en su lugar habrá espacio para dos nuevas profesiones por cada una de ellas.
